(🇪🇸) La producción de un modelo de hombre y de mujer estandarizado solo deja víctimas a su paso. Y es que intentar llevar a la práctica lo que nos han enseñado que significa “ser mujer” y “ser hombre” limita nuestra identidad y de paso, fuerza a aquellas personas que no se sienten afines a estas reglas a vivir en la marginalidad. Pero ¿Qué pasaría si entendiésemos la idea de “ser mujer” como una performance? Un espectáculo que representamos de la manera que nosotrxs decidimos…. Si me hubiese dado cuenta antes de que esto del género era un juego, muy probablemente no me hubiese agujereado las orejas a los catorce para intentar marcarme como una chica. Tampoco habría sufrido tantos años con la depilación, o llevando sujetadores que odiaba. Ahora se que ni los pelos de mis piernas, ni mis uñas sin pintar, ni las raíces de mi pelo mal teñido me restan valía como mujer ni ponen en duda el género con el que me siento identificada. Porque la feminidad con la que me visto hoy en día es fluida, maleable, un ejercicio teatral que decido representar conscientemente, en vez de una serie de características inmutables heredadas históricamente que no me atrevo a cuestionar. #fragmentosdemilibro 📸 @diegolafuentephoto • • • (🇺🇸) What would happen if we understood the idea of “being a woman” as a performance? A show that we represent in the way that we decided. If I had realized before that this was a game, most likely I wouldn’t have pierced my ears at fourteen to try to mark myself as a girl. Nor would I have suffered so many years with waxing, or wearing bras that I hated. Now I know that neither the hair on my legs, nor my unpainted nails, nor the roots of my poorly dyed hair detract from my worth as a woman or question the gender with which I feel identified. Because the femininity with which I dress today is fluid, malleable, a theatrical exercise that I consciously choose to represent, rather than a series of historically inherited immutable characteristics that I dare not question. 📸 @diegolafuentephotoЕщё